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Bachilleres que evitaron a la “Casimiro Sotelo”: “La UCA era la UCA”


Bachilleres dicen que no ven viable estudiar en la Universidad Casimiro Sotelo
Bachilleres dicen que no ven viable estudiar en la Universidad Casimiro Sotelo

José Pérez Cantillano no olvida la vez que miró su nombre en una lista de estudiantes que habían clasificado para la carrera de Psicología en la Universidad Centroamericana, UCA. Era finales de enero de 1999. “Fue el mejor día de mi vida”, dice. “Un logro de aquí a la luna para mí”, recuerda.


Pérez Cantillano era el único de su familia que pisaría una universidad de tanto prestigio y el único entre cinco hermanos, que obtendría un título universitario. “Me sentía tan emocionado que mi ego, mi alegría, no alcanzaba dentro de la unidad de bus en el que regresaba a Jinotega. Era un universitario, un UCA, recuerda que se repetía.


No cualquiera estudiaba en la UCA en aquellos tiempos”, recuerda el hombre que se formó en la universidad jesuita, ahora confiscada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y renombrada con el nombre y los apellidos de un héroe sandinista que fue asesinado por una dictadura que odiaba a los jóvenes que pensaban diferente.

Bachilleres ven como centro de “adoctrinamiento”  la “Casimiro Sotelo”.
Bachilleres ven como centro de “adoctrinamiento” la “Casimiro Sotelo”.

Irónicamente, Ortega y Murillo, han expresado su odio a los universitarios de hoy,  quienes encabezaron manifestaciones en su contra en abril de 2018. El odio fue tal que ordenó balas contra ellos, usando a policías y parapolicías, asesinando a 355  opositores, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH.


“El honor de estar en aquellas aulas”


Antes del asalto del régimen a la UCA de los jesuitas, tres bachilleres dijeron por separado que tenían deseos de estudiar en esta casa de estudios por el prestigio de un título de esta alma mater.  De los tres, este año, solo uno ingresó. “Ya no vale la pena. No es lo mismo decir, egresé de la UCA, que decir egresé de la Casimiro, comparte uno de ellos.


“Yo desistí. Ahí no enseñarán nada”, agrega otro de los estudiantes. El tercero, el que sí ingresó tiene su propia explicación. “Espero que la UCA regrese a ser la UCA, son casi cinco años de mi carrera, yo espero que en ese tiempo, estos señores dejen de truncarnos la vida. El tiempo es oro y mientras espero, estudio, no hay de otra”, se consuela.


La Casimiro Sotelo inició las clases este pasado 15 de enero
La Casimiro Sotelo inició las clases este pasado 15 de enero
“Estoy claro que de un plumazo acabaron el prestigio y se viene en picada la calidad que tenía. Ahí sí se formaban profesionales de verdad y con conciencia crítica, nada que ver con los que saldrán de ahí en cuatro años. Pero, debemos tener claro que los chavalos no tenemos la culpa, buscamos cómo salir adelante”, argumenta el bachiller.

Un régimen que robó “edificios e ilusiones”


Carmen López tiene 18 años de edad y es originaria del departamento de Masaya. Es de una familia con pocos recursos, admite, pero con padres decididos a de cualquier batalla por verla crecer. Ella tenía la ilusión de estudiar Administración de Empresas en la Universidad Centroamericana.


Dice que el día que se enteró que el régimen “le echó manos al recinto, murió mi ilusión”. “Fue triste ver la noticia”, dice. La joven también se cuenta entre quienes desistieron ir a la “Casimiro Sotelo” como algunos le llaman a la universidad con la que el régimen sustituyó a la administración jesuita. “Casi 50 años borrados, una barbaridad. Es difícil creer que de esos edificios saldrán profesionales como los de la UCA”, reflexiona López.  



El difícil “parto” del régimen


En los últimos días, el régimen de Daniel Ortega ha hecho hasta lo imposible por mostrar una falsa normalidad en las matrículas de la Universidad “Casimiro Sotelo” y a través de medios oficialistas, ha mostrado a jóvenes que buscan matricularse en esta casa de estudios.


Antes quería estudiar en la UCA, pero desde que se la robaron decidí no estudiar en ella. Ahí no se forjará el pensamiento crítico”, expresa por su lado Leonel Alemán, otro bachiller de Managua.

Recientemente, la Universidad Casimiro Sotelo finalmente comenzó a impartir clases con una matrícula de 4,664 estudiantes, de los cuales apenas 1,669 son de reingreso, es decir, que estudiaban en la confiscada Universidad Centroamericana.


Autoridades de la confiscada UCA señalaron que apenas 2,995 bachilleres se matricularon en las 15 carreras que ofrecen
Autoridades de la confiscada UCA señalaron que apenas 2,995 bachilleres se matricularon en las 15 carreras que ofrecen
Por su parte, Alejandro Genet Cruz, rector de la Casimiro Sotelo, detalló a medios oficialistas que 2,995 de estudiantes matriculados son de nuevo ingreso y optaron por las 15 diferentes carreras que ofrecen.

Cuando el régimen confiscó la UCA el 17 de agosto de 2023, la universidad tenía más de 5 mil estudiantes registrados, al menos 2,200 de ellos mostraron interés en continuar sus estudios en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador y la Universidad Rafael Landivar de Guatemala, ambas jesuitas.

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