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Católicos de Masaya bajan de su altar a San Jerónimo en medio de asedio policial



Cientos de feligreses participaron este martes en la tradicional bajada de San Jerónimo en Masaya

En medio de un bullicio enloquecedor, la tarde de este martes las autoridades eclesiásticas realizaron la tradicional bajada de San Jerónimo, a pesar del fuerte dispositivo policial que mantiene rodeada el templo del santo patrono, ante la negativa de la Policía de que la imagen salga del templo.


El año pasado el gobierno sandinista pujó y movió sus fichas para que la imagen de San Jerónimo saliera en procesión en medio de la embestida de la pandemia del Covid 19, como una forma de aparentar normalidad en el país, sin embargo la administración parroquial a cargo del padre José Antonio Espinoza y la cofradía, en ese entonces decidieron que no saliera para evitar mayor aglomeración y propagación del mortal virus.


Las fiestas en honor a San Jerónimo son consideradas las más largas de Nicaragua

La molestia fue tal del gobierno, que la Alcaldía sandinista de Masaya y sus allegados, sacaron una réplica de San Jerónimo para pasearla por algunas calles de la ciudad, pero la convocatoria fracasó, pues la imagen original solo fue sacada al atrio de la iglesia por unas horas para ser vista por la población y luego regresó al interior del templo.


Este año, la iglesia decidió sacar la imagen después de cuatro años de encierro, para que la población se preparara para recibir a la venerada imagen en sus casas y pudiera pagar sus promesas, sin embargo la Policía decidió que no saliera aduciendo “razones de seguridad”, situación que puso en descontento a la ciudadanía de Masaya.

“Lo que pasó es que la cofradía y la administración parroquial no cedieron en ciertas exigencias de la Alcaldía sandinista. Con esta prohibición no solo se está afectado a la población católica, sino que trastoca la economía interna porque muchos comerciantes se prepararon para vender comida, pólvora, camisetas, souvenirs y estampas religiosas, se perjudica al comercio informal”, dijo un folclorista consultado.

Subrayó que una vez más en Nicaragua se demuestra quiénes son los perseguidores y quiénes son los perseguidos, y que efectivamente esta prohibición de las procesiones afecta al folclor de Masaya porque es un año perdido, incluso militantes sandinistas están furiosos porque pretendían participar de estas festividades.


La presencia policial no detuvo a los devotos de San Jerónimo

“Como folcloristas no quedamos burlados, porque el folclor no se va a detener, quienes quedan como objetos de burlas son los del gobierno por el miedo que le tienen al pueblo de Masaya, pero quisiera ver si suspenden las actividades de la Alcaldía por cuestiones de seguridad, pues no lo harán porque no llega mucha gente, solo su militancia, creo que ni en el desfile hípico habrá esa restricción”, agrega.

Las fiestas patronales de San Jerónimo son las más largas de Nicaragua con una duración de tres meses. El 30 de septiembre que es el propio día del santo, la imagen salía en procesión desde su templo hasta la Basílica Menor de la Asunción, y el siete de octubre se celebra la tradicional Octava, cuya procesión tarda casi las 24 horas por las calles de la ciudad. Ambas actividades son muy esperadas por la población para pedir o pagar algún favor del doctor que cura sin medicina.


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