Además de las constantes devaluaciones generadas periódicamente desde 1979, el domingo 14 de febrero de 1988, Daniel Ortega siendo presidente de Nicaragua emitió un decreto de desmonetización (cambio de la moneda) que equivalió a una devaluación, considerada la más alta de la historia de este hemisferio.
Al día siguiente, lunes 15, la gente se agolpaba y hacía colas en cientos de puestos oficiales donde podían cambiar el córdoba viejo por el córdoba nuevo a razón de un córdoba nuevo por mil córdobas viejos, hasta un máximo de 10 millones de córdobas viejos (o sea, solamente hasta 10 mil córdobas nuevos), por familia o empresa. A esto el Banco Central lo llamó "Operación Berta".
El resto del dinero que se deseaba canjear quedaba en poder indefinido del Banco Central o quedaba sin valor en manos de la gente.
Desde el comienzo de los gobiernos sandinistas (de 1979 a 1990) existían tres tipos de cambio del dólar: el Oficial, el Paralelo y el Negro. El cambio Oficial del dólar fue reducido, por el decreto de este día, de 70 córdobas viejos a 10 córdobas nuevos, el Paralelo de 20 mil córdobas viejos a 11 córdobas nuevos.
A raíz de esta devaluación, tal como era de esperarse, la situación económica-financiera se puso peor, la moneda (ahora el nuevo córdoba) perdía su valor, pero a mayor velocidad que el córdoba viejo.
Veamos con un ejemplo lo que le sucedió a la población: Un productor que al 14 de febrero tenía, digamos, 70,000 córdobas viejos en su ropero o en el banco o en su bolsa, el 14 de febrero podía comprar el equivalente a mil dólares en productos para su negocio, pues el dólar oficial estaba al 70 x 1 (70.000/70 = 1,000).
Al día siguiente recibió 70 córdobas nuevos (a razón de uno nuevo por cada mil viejos) y con esos 70 córdobas nuevos solo podía adquirir 7 dólares, al 10 por uno, que era el nuevo cambio oficial.
De la noche a la mañana perdió 993 dólares de sus mil dólares de capital, es decir, lo perdió casi todo. Como era lógico, el descontento nacional creció, al mismo ritmo del despojo de los ahorros que causó esa devaluación.
Dado que la reforma del 14 de febrero no detuvo las alzas de los precios, cuatro meses después, en junio (1988), el gobierno hizo otra reforma monetaria que redujo esos 7 dólares a solo 87 centavos dólar, porque el cambio oficial fue nuevamente incrementado de 10 a 80 córdobas nuevos por dólar (70/80 = 0,87); y todavía a finales de agosto también se hizo otra reforma que causó que esos 87 centavos de dólar se redujeran a solo casi 39 centavos, 38,8 centavos, para ser exactos (70/180 = 0,388), porque el cambio oficial fue nuevamente incrementado de 80 a 180 córdobas nuevos por dólar.
Y todavía, para el fin de año, se esfumó hasta quedar solamente en menos de 8 centavos (70/920 = 0,076).
ℹ️ Biblioteca Enrique Bolaños
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