El cortejo procesional con la imagen de Nuestra Señora de La Merced, patrona de los leoneses, se realizó en las afueras del templo católico que lleva su mismo nombre con la participación de la feligresía y bomberos. El régimen de Daniel Ortega, prohibió se llevará a cabo la peregrinación al Fortín de Acosasco, una tradición que se celebra en víspera de sus festividades desde hace más de 20 años.
Desde tempranas horas de la mañana de este domingo, la feligresía empezó a llegar al templo La Merced, con velas de todo tamaño. Todo lo que traían en la mano, mostraban la alegría de la bajada del trono de la imagen de Nuestra Señora de la Merced la que cada año veneran entre cantos, rezos y aplausos.
Luego comenzó el cortejo procesional al atrio para continuar con la tradición de su peregrinación hasta El Fortín de Acosasco, un sitio que funcionó como una cárcel de torturas en los años de dictadura de Somoza. Sin embargo, la actividad religiosa fue suspendida de manera repentina por orden del régimen de Ortega, quien ha prohibido a la iglesia católica sacar procesiones en Nicaragua.
La comunidad religiosa llevaba días preparándose con cantos y oraciones para acompañar a su patrona en la peregrinación anual hasta la cima del cerro de Acosasco, donde es elevada la imagen en un acto de piedad popular para bendecir a los habitantes y a la ciudad de Santiago de Los Caballeros. Pero no pudo ser.
Policías se burlan de feligreses
Previo a la procesión, la policía orteguista desplegó a sus fuerzas de choque para crear un ambiente de terror y amedrentar al párroco y los fieles como lo han venido haciendo desde que le declararon la guerra a la iglesia Católica.
Pero eso no causó que los leoneses, renunciaran a su celebración. “Desde que llegué miré a la policía vigilando la iglesia, se reían entre ellos y se burlaban de nosotros”, denunció Brando, fiel devoto de la imagen de La Merced.
Margarita, miembro del patronazgo pidió su protección para el sufrido pueblo de Nicaragua. “Ella, nuestra patrona bendiga y proteja a todos; en el caminar de cada uno, principalmente de aquellos que no creen para que los conduzca a Cristo, que es camino, verdad y vida”, dijo la fiel devota.
Para los leoneses las acciones de la dictadura no son más que una manifestación de odio contra la iglesia y el pueblo nicaragüense, que se le reveló. “Nuestros anhelos, nuestras ilusiones, plegarias y esperanzas no se pueden separar de la madre. Ella también apunta al que es el principio y el fin de todo”, dijo un visitante católico durante la festividad.
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