El paso por las cáceles de Nicaragua ha sido todo un calvario para los opositores al gobierno de Daniel Ortega, que estuvieron y se mantienen hasta la fecha, tanto así que ha dado apertura para que se realizara un informe detallado sobre 39 métodos de tortura y 150 denuncias de vejámenes y crueldad, ejecutadas por policías y custodios de los diferentes sistemas penitenciarios del país.
La primer recopilación fue hecha recientemente por la abogada exiliada Martha Patricia Molina, quien dijo que la información de estas violaciones a derechos humanos dentro de los penales del país, fue producto de una sistematización y las principales fuentes fueron los medios de comunicación independiente y denuncias de las víctimas en los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
“Todos los métodos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes están fielmente documentados, entre estos los más recurrentes son los golpes, asfixias, inanición, torturas psicológicas, los cuales han sido realizadas por el personal del sistema penitenciario y también del centro de tortura El Chipote. La tortura es uno de los actos considerados crímenes de lesa humanidad según el Estatuto de Roma, además la Constitución Política de nuestro país la prohíbe”, indicó Molina.
Agregó que según el estudio que ella realizó, las torturas están dirigidas a los presos políticos pero se ha confirmado que los presos comunes también han sido víctima de métodos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Señaló que actualmente se siguen ejecutando estas torturas, se practican métodos de torturas, tratos crueles e inhumanos, pero más psicológicos que físicos, esto es para evitar que estas torturas sean más notorias ante la vista pública.
El Colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más ha documentado hasta la fecha 150 testimonios de torturas, mismas que han sido sistemáticos y generalizados y que es extraño un preso político que no haya sido sometido a algún método de tortura o tratos crueles inhumanos y degradantes.
Algunos testimonios de excarcelados y ahora exiliados dieron cuenta de la existencia de lugares clandestinos en casas sandinistas y otros lugares de departamentos del país, donde igual se practican las torturas, antes de ser llevados a las instalaciones de Auxilio Judicial en Managua.
“Estas torturas son delitos internacionales y parte de los crímenes de lesa humanidad, incluyendo las detenciones arbitrarias y sistemáticas, la persecución, de modo que la tortura viene a agravar esos arrestos al margen de la ley. Todos los crímenes de lesa humanidad hasta el momento están en total impunidad..." precisó Carrión.
El colectivo indica que la tortura es un método de maldad contra los opositores al gobierno de Nicaragua que están encarcelados, que son sometidos a sufrimientos y dolor cargados de crueldad, comenzando por el tipo de celdas donde son encerrados, el aislamiento y la golpiza física y los métodos sicológicos.
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