En el sistema judicial de Nicaragua ya se ha presentado la acusación contra los sacerdotes y laicos que estuvieron retenidos en la Curia Episcopal de Matagalpa. El único que no aparece en la lista es Monseñor Rolando Álvarez, quien se encuentra en “casa por cárcel”.
Todavía no hay claridad de los delitos que se le imputan a los religiosos católicos, quienes han estado por poco más de un mes en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote en Managua.
Los sacerdotes imputados son José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa, respectivamente; Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; los seminaristas Darwin Leyva y Melkin Sequeira; el camarógrafo Sergio Cárdenas y el sacerdote Raúl González, quienes están encarcelados en El Chipote.
La Juez Quinto de Distrito Penal de Audiencias, Nalia Úbeda es la encargada del proceso. Entre las victimas figura el Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense.
El abogado Yader Morazán informó que el pasado mes de agosto las autoridades judiciales realizaron de forma “clandestina”, con rostro cubierto a una audiencia.
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