Los usuarios que viajan en los llamados “buses ruteados” a los municipios y a las ciudades de las cabeceras departamentales de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, sienten que exponen todos los días sus vidas por el mal estado de la mayoría de estas unidades. Se quejan del hecho de que cuando se dañan, los dejan a medio camino y “el rescate” tarda horas en llegar y a veces no llegan.
También se quejan de malos tratos de parte de los prestadores de servicio y de subidas antojadizas en los pasajes. Añaden los quejosos que los que prestan viajes expresos también han caído en el desorden y la falta de respeto a los usuarios. “¿Dónde están las autoridades que los regulan?”, se pregunta un pasajero en tono molesto.
Los ciudadanos señalan que el grupo de empresarios que acaparan las licencias para operar estas unidades de buses, los expresos y urbanos, más decenas de concesiones de taxis en las ciudades de Estelí, Somoto y Ocotal, no invierten en un buen mantenimiento de sus unidades, pese a que ellos tienen el monopolio del servicio y “lo exprimen” sin ninguna competencia.
“Es un grupito de serviles del régimen y a cambio de su fidelidad, les han concedido el servicio en toda la región norte de Las Segovias”, agrega el usuario que para evitar persecución política, pide no ser identificado. Asegura que pese a las ganancias, tampoco renuevan por cuenta propia las unidades y se mantienen a la espera que el régimen, les facilite unidades como parte del círculo vicioso que ha promovido Daniel Ortega y Rosario Murillo: buses en concesión, a cambio de obediencia política del sector.
MTI desoye las denuncias
Los ciudadanos dicen que los conductores y los ayudantes de estas unidades de transporte colectivo siempre andan “como endemoniados”. “El maltrato es tal que han habido momentos en que bajan a pasajeros de la unidad, ¿Por qué? Porque les reclaman por el mal comportamiento o por el cobro excesivo entre tramos”, dice la esteliana, Rosa Edelmira.
Contó que pese a que en Managua las autoridades de policía y la alcaldía, prohibieron a las unidades de transporte urbanos colectivos el uso de parlantes para música estridente ante la queja de usuarios, los transportistas estelianos se mofan de la prohibición y cuando les reclaman por el alto sonido de las bocinas en vez de bajarles, le suben más.
Otro problema para el que piden respuesta de parte de las autoridades del Ministerio de Transporte e Infraestructura, MTI, y hasta de la misma Policía, es por el exceso de pasajeros y carga en las unidades. Aseguran que eso sumado a la forma temeraria con la que manejan los conductores, los pone en peligro a todos.
Los taxis en “el río revuelto”
Los usuarios se quejan también de los taxistas. Señalan que la tarifa del servicio la imponen según la temporada, “a su antojo más bien”, critican. Rosa Edelmira, agrega que el pasaje en la ciudad de Estelí, pasó de 30 a 40 córdobas en diciembre último y así quedó.
Don Armando Morales Carrasco, originario de la ciudad de Ocotal, contó que en parte, los cadetes le subieron al pasaje porque los dueños de taxis pasaron de pedirles 1.500 córdobas a 2.000 por cada turno de ocho horas.
Morales Carrasco dice que uno de los problemas con los conductores “mal portados” es que “el grupo” de empresarios del transporte, tienen a muchos jóvenes conduciendo las unidades. “Eso pasa en los buses segovianos, por ejemplo”, señala. “Por eso el servicio dentro de esta ciudad esteliana es pésimo. Es gente al volante sin experiencia y sin formación en las relaciones humanas o del servicio-cliente”, criticó.
Otros pasajeros consultados en las terminales de buses de las ciudades de Estelí y Somoto, lamentan que todavía circulen unidades tan viejas como “las amarillas” que antes fueron transportes escolares en otros países y que ya dieron su vida útil.
Mismo problema en Somoto y cambios en Nueva Segovia
Por su parte, don Luis Felipe Sandoval, de la ciudad de Somoto, en Madriz, dijo que en su zona pasan por lo mismo. “Los buses se dañan a cada rato y dejan a los pasajeros abandonados. Y todo bien, gracias MTI”, critica.
Pero otros usuarios, reconocen mejoría en el caso de las unidades de buses en Nueva Segovia. No obstante, se quejan de que ahí los transportistas suben las tarifas cuando quieren.
En el municipio de Palacagüina, zona del departamento de Madriz, por donde pasan muchas de las unidades que van de Estelí a las ciudades de Ocotal y Somoto, los conductores no cumplen con las paradas.
Uno de los dueños de unidades admitió que “hay mucho que deben mejorar”, pero que no todo es responsabilidad de ellos. “El pasaje está por debajo del costo, lo que pasa es que si aquí hablamos perdemos la licencia para operar”, señala al mismo tiempo que solicitó estricta protección a su identidad para evitar represalias.
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