Los pescadores artesanales de Bluefields en la Costa Caribe Sur de Nicaragua, es un colectivo dedicado a la pesca artesanal con sus propios recursos, embarcaciones y aperos, los que utilizan para extraer el recurso en la distancia permitida para realizar su pesca.
De acuerdo al mapa de producción pesquera del Instituto Nicaragüense de la Pesca y la Acuicultura, Inpesca, en el 2022 en el mar Caribe nicaragüense, existían 7,001 embarcaciones, 118 de estas son industriales y 3,159 artesanales, que es el sector dominante en la economía pesquera de la región.
Los pescadores artesanales se quejan porque este año la comuna de Bluefields les incrementó el costo de los impuestos y permisos de pesca. Denunciaron que la Alcaldía, a través de la oficina del Medio Ambiente, les subió los impuestos para la comercialización de mariscos, que es el cobro que hacen por el traslado del producto de Bluefields hacia Managua.
“Esta medida perjudica a los pequeños pescadores porque ahora nos resulta más costoso la pesca por el combustible y las distancias de pesca que cada vez son más largas”, se quejó un pescador que por temor a represalias pidió confirmar esta denuncia bajo anonimato. “El pequeño vendedor que es el mismo pescador ya ha invertido en bote, panga, motores, vehículo, hielo y combustible para pescar y ahora hay que sumarle estos aumentos”, señalan.
Llaman a alcalde
Para atender su demanda, los pescadores solicitaron una reunión al alcalde Gustavo Castro. “Los pescadores tenemos esperanza que el alcalde nos escuche y nos cobre un precio justo de acuerdo a nuestra realidad, sobre todo con el incremento en el pago de los permisos de pesca y los productos que más comercializamos como la langosta, el chacalín y la carne de cacho de langosta” señala una pescadora artesanal.
“Usted sabe que ahora uno no puede decir nada, ni quejarse porque ahí no más nos llaman revoltosos y toman presión con uno, por eso la mayoría se queda callado, aunque estamos afectados. Sin embargo, apelamos a las autoridades para que sean más consecuentes con la realidad”, dijo otro pescador.
Los quejosos argumentan que las nuevas tarifas de comercialización pesquera asfixian a los artesanales porque ellos solo venden lo que pueden pescar y la periodicidad de transporte, es menor a la de los grandes acopiadores.
Un buen aporte, pero…
Irónicamente la pesca artesanal es la que mayor aporta a la economía nacional. Un informe de Inpesca del 2022 registró que la pesca artesanal de la Costa Caribe registró 3, 159 embarcaciones de pesca, (98%) frente a las 107 embarcaciones (2%) utilizadas por la pesca industrial en la región.
El aporte de los recursos de pesca ha decrecido igual que la desaceleración de la economía nicaragüense en los últimos años, pero las estadísticas del 2023 señalan que hubo una notable “recuperación”, de acuerdo a un informe del Banco Central de Nicaragua, BCN.
“La pesca ha tenido un elemento cíclico y ha mostrado tasas desaceleradas, pero ya en el caso de las escamas y en langostas, se observa una recuperación. Por ejemplo, en las escamas, que son los pescados conocidos, se exportaron 8.3 millones de libras contra 7.5 millones de libras el año pasado (2022) y en langosta se exportaron 2.2 millones de libras, mientras que el año pasado (2022), fue de 1.4 millones de libras”, señala el informe.
Según Reyes, el año pasado Inpesca entregó 1,700 bonos productivos en la Costa Caribe para la producción de peces en estanques. De estos, 859 bonos para pescadores del Caribe Sur y 861 en el Caribe Norte, sin embargo, un pescador de Bluefields señala que desde hace cuatro años no han recibido ningún beneficio.
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