Artículo de opinión escrito por Edgar Blanco, activista juvenil y estudiantil.
Es importante reflexionar
Ante las lamentables declaraciones del señor García, pretendo responder de alguna forma ante tan nefasto análisis e inaudita comparación, que he de reconocer que ha tenido la decencia de pedir disculpas.
Señor García, quiero decirle con todo el respeto que no le ha tenido usted a esta nueva generación, que no, que no somos “los muchachos” que se despreocupe pero, decirle que sería mucho más eficaz, si me permite usted darle una recomendación, que comience a preocuparse por los problemas que su plataforma ha causado en la oposición organizada, desde el hecho de nuevamente cometer el error de ningunear a los jóvenes organizados con sus vetos, además de la polarización que se ha causado desde la creación de este club.
Creo que usted tiene mayores problemas, que preocuparse porque la juventud nicaragüense sea hoy igual a esos “muchachos” que además fueron parte de lo peor que le paso a Nicaragua, no por jóvenes, si no por los antivalores que aprendieron de señores mayores y con larga experiencia como el mismísimo Carlos Fonseca y el dictador sangriento Fidel Castro; que no eran ni jóvenes ni inexpertos, así mismo le recuerdo señor García que quien si se ha sentado en algún momento con antiguos comandantes sandinistas que avalaron a esos “muchachos” es usted.
Además quiero decirle, quienes sí que somos, somos una juventud que ha asumido el compromiso y el valor de enfrentarse al monstruo que ninguno de esa generación tan experimentada pudo parar o hacerle frente cuando tuvieron la oportunidad, que está dispuesta y resuelta a ser libre y por ello hemos sacrificado nuestras vidas académicas, nuestra unidad familiar y nuestra ya golpeada estabilidad emocional, hemos pospuesto nuestra propia juventud por seguir creyendo en nuestros principios y valores teniendo que sobrevivir con uñas y dientes en este exilio.
Esta juventud que no ha logrado votar, que no ha logrado ejercer ni una sola vez sus derechos civiles y políticos. Por otro lado, dígame usted ¿cómo pueden enseñarnos muchos políticos antiguos? Si parecen no respetarnos ni querernos cerca, pues cuando nos hemos acercado a querer aportar, nos ningunean y nos atacan, los mismos que en el pasado han pactado cuotas de poder, y se manejan de conservadores hacia la ultraizquierda sin consecuencias cual camaleones políticos, han fracasado en el parlamento y no han logrado ser una alternativa para Nicaragua.
Sus “reflexiones” si nos dicen algo, nos dicen que hay una necesidad que esta juventud le dé a Nicaragua una alternativa nueva, estamos seguros que la juventud tiene la capacidad de alcanzar los grandes logros históricos, y claro que vamos a aprender de los consejos de las personas mayores, pero de aquellas que nos traten con respeto, que nos enseñen con humildad y con la conciencia que una Nicaragua nueva es posible, pero esto no se va a lograr con los mismos de siempre y mucho menos con quienes pretenden revivir y rescatar una fallida revolución sandinista con fallidas practicas políticas.
No se puede cambiar un país, haciendo lo mismo y siendo manejado por los mismos de siempre.
Cordial,
Edgard Blanco
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