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Nicaragua entre los 10 países con mayor pérdida boscosa de la región


Foto: Tomada de Confidencial

La Comisión Económica para América Latina y El caribe (CEPAL) revela que Nicaragua se encuentra entre los 10 países de la región con mayor perdida boscosa. Entre 2000 y 2020 nuestra nación perdió más de 2 millones de hectáreas de bosques.


En la lista, liderada por Brazil con 54.5 hectáreas perdidas, también figuran Ecuador, Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, Perú, Colombia y México. La CEPAL basa su reporte en el último informe de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020 (FAO), donde se evidencia la situación y las tendencias de más de 60 variables relacionadas con los bosques en 236 países y territorios en el período 1990-2020.



En este sentido Nicaragua registra una variación negativa de cobertura boscosa muy acentuada.


"Esto es gravísimo, no puede ser. Los bosques siguen en peligro", expuso Alicia Bárcenas durante el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible.



En medio de la pandemia el tema medioambiental fue descuidado por los Estados. Hubo menos compromiso político, los presupuestos bajaron en 35% y aumentó la ilegalidad, indica Bárcenas.


Oro verde

En este sentido el ambientalista Amaru Ruiz, coincide con la CEPAL y explica que el daño a los bosques de Nicaragua se fundamenta en los procesos de ganadería extensiva, la invasión de tierras indígenas y de áreas protegidas de parte de colonos que transforman el uso del suelo y lo convierten a actividades agrícolas o actividades de extracción forestal y minera.



Amaru Ruiz, ambientalista nicaragüense

Detalla que la mayor parte del bosque natural que existe en Nicaragua se ubica en la Costa Caribe y en las dos áreas de mayor importancia boscosa del país: La reserva biológica Indio Maíz y reserva de biósfera Bosawas. Cabe mencionar que el 53% de estas áreas pertenecen a territorios indígenas.


"Allí es donde se encuentra la mayor riqueza natural de los bosques en Nicaragua y por eso es importante detener los procesos neoextractivistas de proyectos mineros, proyectos de palma africana, de gandería y de concesiones forestales", denuncia.
Mapa de pérdida boscosa en Nicaragua

A lo anterior se le suma la poca institucionalidad y la falta de voluntad política por conservar los ecosistemas.


"Estamos perdiendo una oportunidad para aprovechar de manera sostenible los servicios ecosistémicos que proveen estos bosques, estoy hablando de turismo, investigación ciéntifica, el aprovechamiento sostenible de productos no maderables, el aprovechamiento de resina, de elementos de biodiversidad que se pueden aprovechar y contribuir de esa manera a que se revalorice la importancia de esos bosques", advierte.


Justamente la CEPAL propone una serie de incentivos que permitan motivar al cuido de los ecosistemas. Instan a una transición agroecológica para avanzar en una postura positiva con la naturaleza. Asimismo la transversaliación de la biodiversidad y soluciones basadas en la naturaleza.


"Creo que son temas de gran importancia porque estamos ante la necesidad urgente de un cambio de producción y consumo", expone la CEPAL.


Alicia Bárcenas, directora de la CEPAL

Generan vida

La FAO define a los bosques como recursos cruciales para abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la producción y el consumo sostenibles, la mitigación de la pobreza, la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad y el cambio climático. Los beneficios de los bosques van mucho más allá de sus límites físicos y ayudan a mantener las condiciones adecuadas para la vida, según el organismo.



Desempeñan un papel fundamental en la mitigación y adaptación del cambio climático por su capacidad de absorber el dióxido de carbono (CO2) y fijarlo en forma de biomasa. Además, proveen servicios ambientales regulando el ciclo de agua, protegiendo los suelos, y suministrando recursos como madera, medicinas, alimentos, fibras, entre otros.




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