Los ganaderos de Masaya, al igual que todo el país, no solo se han enfrentado a desafíos como son el alto costo de los insumos para el hato ganadero y la crisis climática en la región, sino que también resisten la escasez de mano de obra producto de la migración de nicaragüenses que ha salido a otro país en busca de otras oportunidades.
El año pasado, 330,000 connacionales salieron del país hacia Estados Unidos y Costa Rica. Y aunque en lo que va del 2023, se registra un menor flujo de migrantes nicaragüenses, el extranjero sigue siendo la mejor opción para la población que anhela alcanzar otras oportunidades económicas frente al alto costo de vida en Nicaragua.
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Según oficinas internacionales como la del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el incremento de la migración ha sido motivado por el alza de los precios de la canasta básica nicaragüense y los bajos salarios que ahogan a la población.
En el caso del sector agropecuario, el salario mínimo en Nicaragua es de 5 mil 196.34 córdobas que equivalen a 189.6 dólares mensuales (cambio actual). El monto es insuficiente para que los mozos de fincas puedan lidiar con el costo de la cesta familiar.
“Menos manos en el campo”
Un ganadero de Masaya identificó que en los últimos meses se observa una severa reducción de la mano de obra, tomando en cuenta que de cada 10 trabajadores de finca del pasado, al menos cuatro se fueron del país.
Asegura que la migración es uno de los principales desafíos de los ganaderos, pues la pérdida de personas representa un retroceso en el trabajo pecuario que no se detiene. “Sí ha afectado bastante”, reconoce.
Desde 2022, el ganadero consultado refirió que ha perdido a varios trabajadores entre ellos ordeñadores, mandadores y técnicos de su finca, quienes se han unido a los miles de nicaragüenses que han migrado.
Hasta agosto de este año, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos contabilizó la detención en su frontera sur de al menos 41,026 nicaragüenses, una disminución del 61% en comparación al año pasado cuando las autoridades reportaron 108,007 aprehensiones en igual período de tiempo.
“Actualmente casi no se encuentran trabajadores, y los que tienes hay que andarlos ‘chiniaditos’, es decir, darles las condiciones para que se sientan bien y no se vayan”, afirma el productor.
Ganadero recomienda mejorar condiciones laborales
Por su parte, un experto en el sector pecuario asegura que a pesar que la migración ha provocado una escasez significativa en la mano de obra para las fincas, “todavía hay trabajadores”, es decir, que la situación -a su criterio- es “manejable”. “Como en todo negocio, si tenés algo, hay que trabajar”, alienta.
En ese sentido, hace un llamado a los ganaderos a no desanimarse y seguir trabajando por las fincas que también son el impulso económico del país. Según el Banco Central (BCN), durante el segundo trimestre del año, el sector pecuario registró una disminución de 0.4% producto de la reducción en el sacrificio de ganado vacuno, porcino y aves; además de menor producción de leche.
“Es ahí donde digo que tenemos que trabajar por dar estabilidad y condiciones a los trabajadores en la finca, es decir, tener salarios competitivos, también ser equitativos y capacitarlos”, sugiere.
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