La orden del régimen a los oficiales de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) es no dejar entrar a Nicaragua a ningún sacerdote, seminarista o religioso católico, según informó a través de su cuenta en X, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
La autora del estudio Nicaragua, ¿Una iglesia perseguida?, reveló que fuentes en esa institución del Estado le confirmaron la medida que viene siendo aplicada desde hace meses.
"Fuentes de Migración Nicaragua, me confirmaron tener órdenes de que no hay entradas a sacerdotes que salgan del país aunque no se involucren en nada", posteó Molina.
Molina también expresó que algunos de los sacerdotes ya han sido advertidos sobre esta decisión arbitraria del régimen para que informen al resto del clero, e incluso algunos de los oficiales de migración les han recomendado que "no salgan del país".
"La dictadura lleva meses realizando esta arbitrariedad en contra de los presbíteros pero nunca se les había al menos alertado por parte de las autoridades de migración", escribió la investigadora.
El caso más reciente es el del sacerdote Jairo Antonio Mercado Pavón de la Diócesis de Granada, que pretendía regresar a Nicaragua procedente de un viaje pastoral por Estados Unidos pero la DGME le negó la entrada.
Este caso podría comprobar la información proporcionada a la abogada Martha Patricia, ya que feligreses que asistían a la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús en Rivas alegan que el religioso no abordaba temas políticos en sus homilías y que estas se basaban en el evangelio.
La investigadora también informó que espera que las autoridades de Migración no le nieguen la entrada al Cardenal Leopoldo Brenes, que recientemente salió del país a la asamblea de la SEDAC en Guatemala que concluye este 1 de diciembre.
A raiz de 2018, el régimen Ortega-Murillo arreció su arremetida contra la Iglesia Católica, expulsando, asediando, hostigando, desterrando y obligando al exilio a más de 150 sacerdotes, religiosos, monjas y personas relacionadas.
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