Fuentes diplomáticas revelaron a medios de comunicación y agencias internacionales que Monseñor Rolando Álvarez está en manos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Desde el martes, fuertes rumores de una posible excarcelación y destierro del Obispo de Matagalpa han circulado en redes sociales y medios de comunicación, sin embargo, hasta el momento ni la CEN ni el Gobierno han confirmado la información.
De acuerdo a la agencia EFE, la posible excarcelación del religioso fue por negociaciones entre El Vaticano, el Gobierno de Ortega y el Episcopado y que ahora lo que discuten es el destino del Obispo.
La fuente, también reveló que en la mesa está la opción de que Monseñor Rolando sea enviado a Roma, al exilio y si se niega a abandonar el país será devuelto a prisión.
También, se conoció que junto al Obispo habrían sido excarcelados otros cinco sacerdotes, dos de ellos condenados por supuestos delitos comunes y otros tres que se encontraban bajo "resguardo policial" desde mayo pasado por las investigaciones contra Cáritas.
En las últimas semanas, la situación de Monseñor Rolando Álvarez y la Iglesia Católica ha acaparado la atención a nivel internacional, resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Parlamento Europeo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), han exigido a Ortega que lo libere inmediatamente.
Además de la presión internacional, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo al finalizar su visita por El Vaticano, que iba a "hablar" con su homólogo nicaragüense para la liberación del Obispo, ya que su condena era un "error".
"Yo hablaré con Ortega para que le puedan dar la libertad porque es necesario aprender a pedir perdón (...) y reconocer este error", dijo Lula.
Monseñor Rolando Álvarez cumpliría este próximo agosto un año de detención arbitraria, ya que en 2022 fue retenido durante varias semanas en la Curia Episcopal de Matagalpa junto a laicos y sacerdotes. Posteriormente fue trasladado a Managua bajo el régimen de casa por cárcel, pero en febrero de este año fue enviado a La Modelo porque se negó a abandonar el país junto a los 222 presos políticos hacia Estados Unidos.
Al día siguiente, el Obispo fue condenado a 26 años de prisión por cuatro supuestos delitos y además despojado de su nacionalidad nicaragüense. En marzo, fue visto por última vez, después de que medios oficialistas divulgaran fotografías de una visita familiar que tuvo Monseñor en La Modelo.
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