A pocas semanas de haber tomado posesión como presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei está cumpliendo las promesas que realizó durante su período de campaña electoral, no solo en cuanto a las medidas económicas para equilibrar la economía de su país, sino también con respecto a la política internacional.
Este martes se conoció que el mandatario orientó a su Ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino a no realizar nombramiento de Embajador en Nicaragua y de acuerdo al medio argentino Clarín podría ocurrir lo mismo en las sedes diplomáticas de Cuba y Venezuela; por su parte Infobae asegura que no habrá Embajador en ninguno de esos países, catalogados por la comunidad internacional como violadores de los DDHH y en el caso de Daniel Ortega y Nicolás Maduro señalados por crímenes de lesa humanidad.
Según los medios del país suramericanos, la embajada de Argentina en Nicaragua se mantendrá con la "actual representación formal" y quedará a cargo de un Encargado de Negocios.
El último embajador de Argentina fue Daniel Capitanich, duramente criticado en su país porque en un acto oficialista de Ortega se sentó junto al iraní Mohsen Rezai, quien estuvo involucrado en un ataque terrorista en la AMIA.
El triunfo de Milei ha significado un revés para el régimen Ortega-Murillo, ya que si bien es cierto que durante el mandato de Alberto Fernández Argentina se suscribió a las resoluciones contra las violaciones a DDHH en Nicaragua la condena nunca fue tan directa.
El pasado 4 de diciembre Ortega ordenó al Canciller Denis Moncada retirar inmediatamente a Carlos Midence como Embajador en Nicaragua por las "reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes".
La decisión del régimen se produjo días después de que se conociera que Nicaragua no estaba invitada a la toma de posesión del ultraderechista y tras haber sido ignorados en el mensaje de felicitación enviado al mandatario tras conocer los resultados de la elección donde resultó ganador.
Argentina volverá a proponer resoluciones contra Ortega
Durante la actualización oral de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Milei dio muestras que va enserio en su política exterior y su representante, Federico Villegas fijó la postura anti- Ortega durante su intervención.
"La Argentina no aceptará que se invoque la soberanía, consideraciones de desarrollo, ni las sanciones económicas como justificación de los Estados para no garantizar la plena vigencia de los derechos humanos", dijo tajantemente el representante del país suramericano.
El funcionario argentino instó al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a liberar de manera inmediata y sin condiciones a todos los presos políticos y a restablecer la nacionalidad de los más de 300 opositores a los que se les fue retirada de manera arbitraria. También pidió a Nicaragua que "coopere plenamente" y permita la entrada al país de la OACNUDH, así como del grupo de expertos y otros mecanismos de DDHH.
Según el diario La Nación, la canciller Diana Mondino orientó a Villegas que anunciara el retorno de la delegación argentina en el Consejo de Derechos Humanos al grupo de países que promueven una resolución de condena a la política de derechos humanos en Nicaragua. En 2019 Alberto Fernández había ordenado la salida de ese grupo.
El medio argentino aseguró que la Canciller Mondino ya inició los trámites formales para ser admitido nuevamente en el grupo de "proponentes" de resoluciones contra Nicaragua. Analistas políticos afirman que la decisión de Milei es un "golpe de timón en la dirección correcta" ya que durante la gestión de Alberto Fernández hubo cercanía matizada con condenas esporádicas.
Comments