Las alzas en los precios de los principales productos de la comida continúan asfixiando a los nicaragüenses. Los salarios son “tragados” por una inflación que el gobierno de Daniel Ortega no detiene. Las familias sobreviven como pueden, pues ninguna institución regula ningún costo. Esta semana, la cajilla de huevos subió otra alza de cinco córdobas en el mercado Oriental de Managua y de acuerdo con comerciantes consultados, su valor se ubica por encima de los 160 córdobas, una cifra récord en los últimos meses.
“Ahorita la cajilla incrementó cinco córdobas y ahora se cotiza en 165 córdobas la cajilla de huevo grande”, explicó una comerciante de este populoso centro de compras.
Hasta hace unos días, la cajilla de huevo grande costaba 160 córdobas, precio impagable para la mayoría de la ciudadanía, quienes tienen que lidiar con los salarios bajos. “La cajilla que costaba 140 córdobas, ahora cuesta 145 y la que valía 150 córdobas que es la de huevo mediano, pasó a costar 155 córdobas", señalaron otros comerciantes consultados. Carne de res sube también
Los comerciantes de carne de este populoso centro de compras, señalaron que los cortes de este alimento, incrementaron hasta 10 córdobas en su precio por libra.
“La libra de lomo pasó de costar 120 a 130 córdobas, es decir que para esta semana ya subió 10 córdobas”, detalló un comerciante del galerón de las carnes.
“La libra de pecho cuesta 110 córdobas; la posta cuesta 120; y la cecina a 90 córdobas”, agregó el hombre, quien dice que las ventas se han mantenido ralas.
Repollo, inalcanzable
Otro de los perecederos que han subido de precio en los mercados capitalinos es el repollo, que por unidad se cotiza entre 80 y 100 córdobas, en dependencia del tamaño y calidad.
“El repollo está caro, ya va a tener un mes de que ha subido de precio, lo que dicen los productores es que las lluvias los están dañando. El repollo es muy delicado que con una brisa se daña”, explicó una comerciante de perecederos en el sector de El Novillo, en el mercado Oriental.
En algunos casos se pudo constatar que los repollos que se comercializan son pequeños, situación que pone en difícil situación a los propietarios de fritangas, quienes han tenido que reducir la porción del repollo en los servicios de comida. “No sabemos para cuándo pueden bajar de precio. Las ventas de repollo están algo bajas”, señaló otro vendedor de verduras.
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