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La Gran Sultana en busca de recuperar el brillo turístico de hace cinco años


Los encantos de la Gran Sultana, Granada, una de las ciudades más turísticas del país.
Los encantos de la Gran Sultana, Granada, una de las ciudades más turísticas del país.

El sol se retira de la ciudad de Granada y cae la noche. Antes de ir a dormir la mayor parte de su población repite como cada día la costumbre de salir a sentarse a las aceras de su casa, para disfrutar de los vientos que traen las brisas del Gran Lago de Nicaragua.


En cambio, para otras personas la noche empieza, porque tienen planificado disfrutar del entretenimiento que ofrece los fines de semana la llamada “Calle La Calzada”. Esta zona es catalogada, como el corazón de la vida nocturna de la ciudad colonial, que arribará en el 2024 a sus 500 años de fundación en el año de 1524.


A las 6:00 de la tarde en Plaza “La Independencia”, se encienden las luces de la tarima, donde grupos de bailes folclóricos realizan por más de una hora presentaciones artísticas a turistas nacionales y extranjeros que llegan a apreciar parte de la identidad del pueblo nicaragüense.


“¡Qué bueno que volvieron las noches de verbenas a la ciudad...!”, dice uno de los asistentes a la actividad cultural que se mantiene entre las filas de sillas, donde permanecen sentados turistas internacionales que captan con los lentes de sus cámaras cada uno de los bailes que realizan los jóvenes con sus coloridos trajes.


Una avenida que busca recuperar brillos


La Gran Sultana a casi 500 años de fundación. La ciudad aún no recupera los niveles de auge turístico que vivía antes de las protestas cívicas del 2018  y de la pandemia Covid 19 en el 2020
La Gran Sultana a casi 500 años de fundación. La ciudad aún no recupera los niveles de auge turístico que vivía antes de las protestas cívicas del 2018 y de la pandemia Covid 19 en el 2020

Uno de los destinos más visitados en la Gran Sultana es “Calle La Calzada”, que encierra en su avenida un sinnúmero de bares, restaurantes, hoteles, discotecas, así como, hospedajes administrados en su mayoría por familias que vieron una fuente de ingreso económico en su inmueble, ante el auge turístico que despertó la ciudad hace más de tres décadas.


Al llegar la tarde, los meseros de bares y restaurantes se alistan a sacar las mesas y sillas, para ubicarlas en esta importante vía, en espera de captar el mayor número de clientes, en especial a grupos de turistas internacionales que se alejaron de la ciudad a raíz del contexto político del 2018, que cobró la vida de más de 350 personas producto de la represión que desató el régimen de Daniel Ortega, según reportes de organismos internacionales de derechos humanos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH.


La histórica Avenida inicia desde la Catedral Inmaculada Concepción hasta las costas del Gran Lago de Nicaragua, pero su mayor oferta turística se redujo a dos cuadras en estos últimos cinco años. Siguiendo el resto del trayecto de la vía, los negocios se mantienen dispersos y algunos locales decidieron cerrar sus puertas, como el Hotel Granada, ubicado en las cercanías de las costas del lago.


“Luego de los sucesos políticos que vivió el país, varios establecimientos administrados por extranjeros se vieron obligados a cerrar, entre ellos el restaurante español El Torito, también el restaurante francés El Tercer Ojo y el bar irlandés O’sheas, otro que decidió retirarse, fue Tequila Vallarta que ofrecía comida mexicana”, comenta el guía turístico Luis González.

Turismo “herido de muerte”



El prestador de servicios valora que los propietarios de estos establecimientos registraron una caída en su clientela que se trasladó en una disminución en sus ganancias, por lo cual algunos no pudieron sostener la renta de los locales que alcanzan precio desde 500 hasta 1,200 dólares y otros en cambio, optaron por vender sus inmuebles coloniales.


Datos del Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur, reflejan que en el año 2018, la ciudad turística por excelencia ubicada a 40 kilómetros de la ciudad de Managua, tuvo una caída de visitantes del 14% lo que indica que 166, 628 turistas, dejaron de visitar la ciudad.


“Hemos logrado subsistir gracias al turismo nacional, pero requerimos la visita de turistas procedentes de afuera, que gastan en promedio al día más de 40 dólares, recordemos que este sector está catalogado como la industria sin chimenea, porque ganamos de diferentes sectores, como el dueño de hotel, el taxista, el lanchero y hasta el señor que se dedica a cuidar vehículos”, remarcó Nadia Ruiz de Posada del Ángel.

Guillermo Romero trabaja como mesero, desde hace diez años en “Calle La Calzada”, recuerda que antes de los acontecimientos políticos del 2018 eran decenas de turistas internacionales que visitan esta importante avenida, permaneciendo por varios días para disfrutar los diferentes atractivos turísticos, como las Isletas del lago Cocibolca y el volcán Mombacho.


Además de comidas y bebidas en esta Avenida, se encuentran grupos de artistas, como tríos de guitarra y mariachis que recorren cada una de las mesas de los asistentes, para ofrecer su repertorio musical, pero hoy sus potenciales clientes, se concentran en dos cuadras. Ello debido a que el resto de los negocios, se mantienen con poca cantidad de clientes y cierran hasta las diez de la noche, como el restaurante Shawarma, administrado por venezolanos.


Calles sin alumbrado público


En la imagen uno de los monumentos al insigne poeta universal Ruben Dario, en uno de los puntos turísticos atractivos de la ciudad colonial.
En la imagen uno de los monumentos al insigne poeta universal Ruben Dario, en uno de los puntos turísticos atractivos de la ciudad colonial.

“Vemos que después de estas dos cuadras, donde se concentra el mayor número de visitante el resto de la Avenida hasta llegar a la iglesia Guadalupe, se mantiene a oscuras, porque el alumbrado público se dañó y las autoridades municipales no gestionan su reparación, por eso muchos visitantes temen realizar el recorrido completo”, esperamos que las autoridades gestionen su reparación, remarcó Diego Potosme, propietario de uno de los hostales.


Esta Avenida es una fuente de empleo, para las personas que se dedican al cuidado de vehículos que se estacionan en las inmediaciones de la Catedral y calles aledañas, también para artesanos que llegan a ofrecer sus trabajos y artistas que ofertan su talento.


El bullicio de la música se redujo, luego que el gobierno municipal aprobó una normativa, donde prohíbe a los dueños de establecimientos sacar los parlantes fuera de sus locales, para evitar mantener un ambiente carnavalesco.


La esperanza de todos los establecimientos turísticos es el mes de diciembre, donde se registra una mayor visita al país de turistas internacionales que tienen en su itinerario conocer esta bella ciudad colonial y la economía nacional tendrá un circulante mayor a los 8 mil millones de córdobas.

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