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Feligreses critican silencio de Obispo ante persecución a sacerdotes de su Diócesis



Feligreses católicos de León, criticaron que su obispo, Rene Sócrates Sandigo Jirón, guarde silencio ante la persecución de los sacerdotes de su Diócesis. "No sabemos qué pasa con el Obispo, ¿Por qué sigue callando estas injusticias? Son varios los sacerdotes que han abandonado su parroquia, y comunidad solo porque no son del agrado de este régimen represivo", se quejó Alejandro Núñez, miembro de la parroquia La Merced.


La represión que vive la iglesia en estos tiempos, no es un tema nuevo para el obispo Sandigo. Se ha mantenido en silencio ante las amenazas que sufren los sacerdotes, con quienes incluso, estuvo reunido recientemente en la formación del clero de su diócesis llevado a cabo en Chinandega.


Una lista de sacerdotes de la Diócesis de León, están en la mira de la dictadura orteguista. Una persecución que no cesa y los obliga a abandonar de manera forzada e involuntaria Nicaragua. La medida represiva se viene dando en un clima de hostigamiento, ofensas, profanaciones de templos, insultos y amenazas de muerte a los religiosos.


Asedio “sin cuartel”


El asedio de paramilitares y policías orteguistas ha incrementado a los templos católicos pertenecientes a la Diócesis de León. En cada celebración religiosa hay “una oreja” que está al pendiente del mensaje que transmite el cura durante la homilía a sus feligreses, advirtió un miembro de la comunidad de la parroquia Inmaculada Concepción de María, de León.


Aseguró que los párrocos sufren hostigamiento y que constantemente son llamados a declarar a la Policía, por desatender las órdenes impuestas por el régimen que ha prohibido las procesiones y celebración de la eucaristía en algunos templos en zonas rurales.


“Con solo el hecho de gritar Viva Cristo Rey, Viva Nicaragua o pedir por los exiliados, presos políticos, o hacer un comentario en redes sociales sobre la situación que atraviesa la iglesia, ya uno está en la mira del régimen”, comenta el feligrés quien recientemente fue testigo de la amenaza de muerte que recibió un sacerdote de esta Diócesis.


El miembro de la comunidad religiosa se refiere a lo ocurrió con el presbítero Douglas Ramón Guevara Ávila, párroco del templo Inmaculada Concepción de María, quien se vio obligado a abandonar su tierra, y exiliarse por las amenazas constantes que recibía de la Policía de León.


“El delito de nuestro párroco fue haberse solidarizado con las Hermanas de la Fraternidad Pobres de Jesucristo que fueron secuestradas por la dictadura a principios de julio de su casa en León”, asegura doña Juanita, miembro de esa iglesia.

Juanita mostró la publicación que el sacerdote había compartido en su red social donde denunciaban la forma como habían entrado la policía orteguista para sacar a las religiosas. “Seguro eso los puso rabiosos y fue el pretexto para atacar”, dijo.

El padre Guevara era constante en las redes sociales. Se le veía reunirse con catequistas, comunidades, y la feligresía en todos los eventos de la iglesia. “He sido el confesor de estas hermanas. Que el señor Jesús les proteja y la Santísima Virgen María les acompañe hasta su nueva misión”, posteo el sacerdote nicaragüense.


“Hay que ser persistente en la oración como nos decía nuestro párroco. Hoy más nunca el pueblo debe seguir rezando para vencer al demonio”, comentó por su lado una catequista.


Iglesia atacada en día de Oración por libertad de Obispo



Desde tempranas horas de la mañana del domingo, las patrullas y paramilitares a bordo de motocicletas rodearon los templos de León y Chinandega. Este 16 de julio, la Organización “Acción dale vida a Nicaragua” convocó a una jornada Mundial de Oración por el Obispo Rolando Álvarez y por el país.


“Miles nos hemos unido en oración, elevando sus plegarias al creador para vencer la persecución religiosa y por la libertad de Monseñor Rolando Álvarez, sacerdote y preso político del orteguismo”, dijo la beata Concepción Martínez.

“Aunque monseñor Álvarez, esté en la cárcel su voz se sigue escuchando a través de sus oraciones y resistencia. Sus acciones son la de un verdadero cristiano y su heroísmo ha trascendido fronteras”, expresó por su lado el joven Roberto López.


“Las piedras hablan por él, porque su nombre se escucha en cada rincón del mundo. Su nombre está peregrinando hasta en las redes sociales le guste o no a la dictadura”, comentó un ferviente católico.


En menos de una semana el régimen de Ortega y Murillo le negó el ingreso al país al padre Juan Carlos Sánchez, de la parroquia San Francisco, de Managua; se forzó al exilio al padre Guevara, y se encarceló al sacerdote Fernando Zamora, de Siuna. Mientras el obispo Rolando Álvarez y otros sacerdotes continúan secuestrados y encarcelados.



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