Este miércoles familiares de presos políticos que se encuentran en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocida como El Chipote denunciaron a través de un comunicado, el abuso de poder del que fueron víctimas por parte de los agentes en la visita que realizaron a sus seres queridos este pasado fin de semana.
Según el comunicado, las personas que acudieron a la visita los días 19 y 20 de noviembre fueron expuestos a revisiones exhaustivas y denigrantes, además a algunos se les exigió desnudarse por completo para luego hacer comentarios respecto a sus cuerpos.
"Las visitas se dieron bajo un clima de tensión y abuso de poder debido a que fuimos sometidos a revisiones exhaustivas y denigrantes, violatorias a nuestra integridad física e intimidad. Fuimos obligados a desnudarnos, hacer sentadillas, para luego ser víctimas de comentarios denigrantes y burlescos sobre la desnudez de nuestros cuerpos", expusieron los familiares.
Entre las personas que fueron obligadas a desvestirse están las esposas de los presos políticos Miguel Mendoza y Juan Lorenzo Holmann; el sobrino del cronista deportivo y la hija del Gerente General de La Prensa expusieron que sus familiares fueron víctimas de esta humillación.
Mi tío se siente triste por eso. Algunas expresiones que le dijo a ella cuando la vio fueron: perdón amor, porque esta situación te ha puesto en estas condiciones", relató Cristopher Mendoza, sobrino del cronista deportivo al medio Confidencial
Preocupa deterioro físico en presos políticos
De igual manera, los familiares de los más de 30 detenidos en El Chipote manifestaron su preocupación por el deterioro físico en que los encontraron después de 84 días de incomunicación y por lo cual en días anteriores habían pedido al Gobierno de Daniel Ortega una prueba de vida.
Los familiares expusieron que algunos de los reos de conciencia presentan graves afectaciones psicológicas, físicas y emocionales que fueron provocadas por el largo período de tiempo al que fueron sometidos sin ningún contacto cercano.
"Crisis nerviosas, hipertensión, padecimientos cardíacos, insomnio, pérdida de apetito, llantos y desesperación fueron algunas de las consecuencias derivadas de la incomunicación prolongada a la que fueron sometidos nuestros familiares", señalan.
Asimismo, solicitaron de manera "urgente" la atención médica especializada para diagnosticar y atender los antiguos y nuevos padecimientos que amenazan la vida de los presos políticos, algunos ya se han agudizado por las condiciones precarias y el maltrato psicológico del que son víctimas.
Exigen regularización de visitas e ingreso de niños al Chipote
El comunicado, también hace eco de la negativa de las autoridades de autorizar las visitas y comunicación con los hijos menores de edad y personas especiales a los opositores detenidos.
Entre los casos más graves está el de Miguel Mendoza, que desde que fue capturado en julio de 2021 no ha visto a su pequeña Alejandra pese a la cantidad de peticiones por parte de organizaciones de Derechos Humanos tanto nacionales como internaciones. Otros que tampoco han podido ver ni contactarse con sus pequeños son el abogado Róger Reyes y Suyen Barahona de Unamos.
Reos como Miguel Mora y Tamara Dávila tuvieron que recurrir a acciones drásticas como una huelga de hambre para que el Gobierno de Ortega autorizara la visita de sus hijos.
"Exigimos con urgencia la regularización de las visitas, con presencia y participación de hijos menores y/o con necesidades especiales; así como acceso a llamadas telefónicas/videollamadas y correspondencia como fotografías, dibujos y cartas que incluyan a familiares en el exilio. Nuestros hijos merecen, necesitan y tienen el derecho a ver a sus padres.
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