La persecución religiosa en Nicaragua cada vez es más aguda, en esta ocasión le correspondió al sector evangélico, pues el gobierno de Daniel Ortega, le prohibió organizar la marcha que realizan todos los años durante los últimos domingos de septiembre para celebrar la traducción de la Biblia al castellano, donde miles de evangélicos del país salen a las calles con biblias en mano y cantando las alabanzas.
A través de un comunicado emitido por el Consejo Nacional de Pastores Evangélicos de Nicaragua, explica los motivos de la cancelación del evento masivo en Nicaragua, que al igual que las prohibiciones de las procesiones católicas de la virgen peregrina de Fátima en Managua, San Miguel y San Jerónimo en Masaya, el régimen aduce “razones de seguridad”.
“Por orientación de las autoridades civiles no se celebrará el 453 aniversario de la traducción de la Biblia al castellano, ellos expresan que la razón es seguridad de los participantes" indica la misiva evangélica.
Un teólogo nicaragüense indicó que no se extraña que ahora “los cañones” vayan dirigido al sector evangélico de Nicaragua, porque las únicas actividades masivas permitidas serán las del partido de gobierno, menospreciando o temiendo las expresiones de fe de un pueblo que en su mayoría es practicante de alguna denominación religiosa.
“La persecución religiosa es propio de los gobiernos totalitarios, porque quieren controlar todo actividad de los ciudadanos, y obviamente la expresión religiosa, sea cual fuere, es una expresión de libertad, de manera que coaccionar tanto a católicos como evangélicos de manifestar públicamente su fe, es una violación constitucional, pero más que todo eso, es una demostración de doble filo, una que tienen el control total sobre la sociedad, y dos, tienen miedo que la misma sociedad se exprese”, explicó el consultado.
Consideró que en todas estas prohibiciones son acciones propias del demonio, porque es quien gobierna la tierra, en este particular está dominando Nicaragua, de manera que este dominio terrenal no se sabe hasta dónde va a llegar, y lejos de terminar, está latente la posibilidad de que se puede recrudecer más la persecución religiosa en el país.
La experta en seguridad, Elvira Cuadra, dijo a Fuentes Confiables que no considera que haya razones de peso para pensar que estas expresiones religiosas puedan poner el peligro a la integridad física de ciudadanía.
“Realmente de momento no hay en Nicaragua, algún síntoma o señal relacionado con un asunto de seguridad propiamente, al menos algo que se conozca, y más bien está conectado con el contexto de restricciones de libertades, incluida la libertad religiosa que ha impuesto el gobierno sobre la población”, recalcó Cuadra en ese momento.
Recientemente se conoció del exilio del pastor evangélico, Henry Aguilar de Managua, por verdaderas razones de seguridad, tras dos años de continua represión y asedio policial en su vivienda. El religioso se vio obligado a salir del país por punto ciego hacia Honduras, desde donde salió en un vuelo hacia un país europeo.
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