En el reciente foro de este viernes 20 de enero, en el marco del Día Internacional de la Educación, organizado por el colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más, Alina Reppliger, investigadora alemana del Instituto Max Planck, de la Red Académica para Nicaragua, explicó que la libertad académica es un beneficio para la sociedad y en particular para la democracia.
“Pero cuando no hay democracia, tampoco hay libertad académica y es mucho más difícil abrir ese círculo. En el caso de Nicaragua, hay muchas incidencias en casos de restricciones, e instrumentos de restricciones que al final condujo a las cancelaciones de personerías jurídicas de universidades privadas y la eliminación de registros académicos de estudiantes universitarios”, indicó Reppliger.
Asimismo, informó que, a través de un monitoreo de espacios cívicos, se indica que Nicaragua ya es considerado como un país con espacios cívicos cerrados, y que no hay lugar para la libertad académica.
También han conocido el despido arbitrario de muchos maestros, y que se ha fortalecido el poder del Consejo de Universidades para restringir la libertad de circulación de los docentes y soslayar el sistema educativo.
María José Cascante, vicerrectora de Vida Estudiantil la Universidad de Costa Rica (UCR), dijo que esta institución se ha caracterizado por su activismo en favor de la democracia y los derechos humanos, y que por eso brindan las mayores herramientas posibles para el éxito de toda la comunidad estudiantil, incluida la migrante en todas sus formas.
“Las personas solicitantes de asilo, así como las refugiadas pueden ingresar a la UCR, solicitar becas socioeconómicas, becas por actividades universitarias entre otros. La categoría más alta es la 5 es la que tienen mayores beneficios. En el 2020, nos 206 estudiantes nicaragüenses que estudiaban en la UCR, tenían este tipo de becas”, indicó la funcionaria costarricense.
Braulio Abarca, del colectivo Nicaragua Nunca Más, refirió que la educación como un derecho humano, necesita acceder a cualquier tipo de educación, ya sea primaria, secundaria o superior, y que tenga fundamentos para poder desarrollar sus derechos humanos.
“Desde el tema de derechos humanos, hemos realizado algunos talleres para el fortalecimiento de habilidades y capacidades de la población nicaragüense. Hemos tenido la oportunidad de acompañar desde el 2019, y capacitar a más de 350 personas en temas de derechos humanos, memoria histórica, y justicia tradicional”, explicó el agremiado.
Como parte de la educación de la población nicaragüense, enfatizó que es importante desarrollar los procesos de memoria histórica.
Agregó que también han trabajado con personas desplazadas por la represión en Nicaragua y que estos han pasado por procesos educativos enfocados en los derechos humanos. En Nicaragua decenas de maestros han sido forzados al exilio, mientras que a varias universidades les quitaron la personería jurídica, en el marco de la represión estatal contra la libertad educativa.
Comments