Este lunes fue acusado formalmente Alfonso Leiva Centeno por el crimen contra Santos del Socorro Salgado de 56 años, quien fue brutalmente asesinada y posteriormente calcinada en el municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa.
Leiva Centeno fue acusado en los Juzgados de Managua por el Ministerio Público (MP) por los delitos de asesinato agravado y tentativa de violación, en perjuicio de Salgado.
El hecho por el que está siendo acusado el femicida ocurrió el pasado 23 de mayo en la ciudad de Sébaco, en las cercanías del barrio Rosario Murillo.
Estaba viva cuando le prendió fuego
El informe forense del Instituto de Medicina Legal reveló que la señora Santos Salgado se encontraba con vida al momento en que Alfonso Leiva le prendió fuego en un predio baldío de Sébaco.
Según el dictamen, la víctima murió por un edema pulmonar y cerebral y por inhalación de gases tóxicos, lo que indica que estaba con signos vitales cuando fue arrojada dentro de un saco en ese lugar abandonado.
En el documento acusatorio presentado por la Fiscalía al juez Róger Sánchez del Juzgado Primero del Distrito Penal de Adolescente y Violencia de Managua, se detalla que el presunto femicida abordó a su víctima cuando se dirigía hacia la iglesia a un rezo.
Indican que al entablarle conversación, le ofreció unas flores, que la señora Santos del Socorro aceptó ya que pensó que podrían servir para adornar la iglesia. Seguidamente, la llevó con engaños hasta el auditorio del preescolar Jardín Infantil e intentó abusar de ella.
Debido a que su prima se resistió, la golpeó en la cabeza y le apretó el cuello hasta dejarla inconsciente, como pensó que estaba muerta, la envolvió en cartones y plástico y llevó el cuerpo al predio ubicado en una arrocera, donde le prendió fuego en horas de la madrugada.
Después de ir a tirar el cuerpo y prenderle fuego, la Fiscalía señala que el sujeto volvió al preescolar donde trabajaba como guarda de seguridad, para quemar el resto de evidencia como los zapatos y la sombrilla que llevaba la víctima.
Sébaco horrorizado
Tras el macabro hallazgo, la población de Sébaco se mostró horrorizada ya que nunca se había reportado en la zona un delito tan cruel.
El hallazgo del cuerpo fue realizado por un productor junto a dos trabajadores que pasaban por la zona, inicialmente creyeron que se trataba de maleza hasta que se acercaron y vieron que era el cuerpo de una mujer en llamas.
Los funerales de Santos del Socorro Salgado fueron muy concurridos porque una una feligrés muy devota a la iglesia, estos fueron realizados en horas de la noche porque el IML entregó hasta esa hora el cuerpo.
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