Después de cinco meses del cierre y confiscación de la Cruz Roja Nicaragüense (CRN), se conoció públicamente que Denis César Centeno Aristov es el director general de la Cruz Blanca, fundada por el régimen de Daniel Ortega para sustituir a la labor de la organización humanitaria.
Hasta el momento se desconocía quienes eran las autoridades de la Cruz Blanca, esto por el hermetismo propio del régimen, que se extiende a sus ministerios y otras instituciones públicas.
La información fue revelada a través del diario oficial La Gaceta de este jueves 9 de noviembre. En el Acuerdo Ministerial No. 302-2023, la Ministra Martha Reyes nombra al licenciado Denis César Centeno Aristov en el cargo de Director de la Cruz Blanca desde el 7 de junio de este 2023.
De acuerdo a la publicación, Centeno Aristov fue oficializado en el cargo a través de una asamblea realizada el 13 de septiembre en las instalaciones confiscadas a la CRN en el reparto Belmonte, en Managua, donde estaban presentes sindicalistas y otros delegados del MINSA.
Por el momento, Centeno Aristov es la "máxima autoridad" de la Cruz Blanca y tiene la potestad de realizar gestiones ante instituciones públicas y privadas, bancos, personas naturales y jurídicas y otras con las que tenga relación.
¿Quién es el nuevo Director General?
Denis César Centeno Aristov es abiertamente un militante más del partido sandinista, a través de sus redes sociales se muestra como un fiel fanático de Daniel Ortega y todos sus lineamientos políticos.
El flamante nuevo director de la Cruz Blanca es de profesión abogado, graduado de la UNAN Managua, donde formó parte de la UNEN. De acuerdo a su perfil en LinkedIn, estuvo algunos meses como Secretario de Actuaciones de la Inspectoría en el Ministerio del Trabajo y en bufetes jurídicos y desde 2014 ocupó el cargo de Responsable de Asesoría Legal en el Minsa.
A través de sus redes sociales, Centeno Aristov no oculta su fanatismo por el FSLN y "su comandante", además se dedica atacar a los opositores o cualquier noticia relacionada a las medidas del régimen contra sacerdotes o universidades privadas.
Con este nombramiento, el régimen y el MINSA violan varios de los principios fundamentales necesarios en una organización humanitaria, como son la imparcialidad, la neutralidad y la dependencia.
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