María Inés Paniagua Lanzas de 42 años y sus hijos Allison Auxiliadora Zeledón Paniagua de 22 años y Óscar Antonio Rugama Paniagua de 21 años, fueron condenados a penas entre los 24 y 43 años de cárcel por el caso de parricidio contra la joven Cristhian Pamela Zeledón Paniagua.
El juez Ángel Jeancarlos Fernández, del Cuarto Distrito Penal de Juicio sentenció a madre e hija a 15 años de prisión por ser cómplices de parricidio, más 9 años y 3 meses por asesinato agravado frustrado contra Alí Castrillo, pareja de la joven.
En tanto, Óscar fue sentenciado a una pena de 25 años de cárcel por parricidio más 18 años y medio por el asesinato agravado frustado contra su cuñado. Sin embargo, solo estará en prisión 30 años debido a que es la pena máxima en Nicaragua para estos casos.
Allison y María Inés saldrán de la cárcel La Esperanza hasta el 8 de septiembre de 2047 y Óscar el 15 de mayo de 2053.
El crimen por el cual fueron condenados los tres miembros de una misma familia ocurrió el 15 de mayo en el barrio Georgino Andrade. La Fiscalía pudo comprobar de manera "armónica e irrefutable" como ocurrieron los hechos que acabaron con la vida de Christian, hija y hermana de los involucrados.
En la reconstrucción de los hechos, el Ministerio Público relató que la discusión verbal empezó entre María Inés y Cristhian Pamela por una perrita que tenía la joven; en medio del altercado intervino Allison y le propinó varias estocadas en el brazo izquierno a su hermana.
Inmediatame, Alí Castrillo, pareja de la joven se involucró para detener el pleito, pero fue agredido por Allison con un pedazo de madera, además, la pareja de María Inés, que no fue identificado le propino dos machetazos en uno de sus brazos, de igual forma, Óscar lo atacó con un cuchillo de cocina.
Lo que no esperaba Óscar, es que su hermana se interpusiera y recibiera las dos cuchilladas mortales. Sin embargo, lo que la llevó a la muerte, fue que sus familiares impidieron que su pareja la llevara al hospital para evitar que falleciera desangrada.
El caso dio un giro radical, ya que inicialmente la familia había declarado que el responsable de la muerte había sido Alí Castrillo, en una de las audiencias la Fiscalía demostró lo contrario y madre e hija quedaron apresadas.
En el fallo de culpabilidad, el juez Fernández llamó a la reflexión, e hizo enfásis en que María Inés no pudo mantener el control como autoridad y cabeza del hogar.
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