A más de un mes del paso del huracán Julia en la Costa Caribe, las poblaciones afectadas ya no son el tema principal para las autoridades locales ni nacionales. Sin embargo, para las iglesias Tabernáculo, Bautista, Maranatha, entre otras es prioridad continuar con la recolecta de víveres para donar a la población mayormente afectada.
Lindolfo Hodgson, pastor de la iglesia Tabernáculo, quien lidera esta campaña, informó que enviaron cien paquetes de alimentos y quinientos galones de agua, además de sacos de ropa para las familias de Tasbapauni.
Este no es el primer envío ya que apenas dos días después del huracán, estas iglesias se unieron para ayudar.
“Fue exitoso porque nosotros coordinamos con la junta comunal de ese lugar, por lo tanto ellos tienen un censo, me enviaron fotografías, entonces solo nos queda agradecerles por su trabajo y apoyo”, expresó el líder religioso.
Habrá un siguiente envío a la comunidad de Kakabila y Sumí Lagoon, en esas dos comunidades se contabilizan 140 familias afectadas, por lo que el pastor invita a la población a continuar donando.
Algo en lo que remarcó el líder espiritual es en el llamado a donar rollos de plásticos para forrar algunas viviendas que las familias no han podido reconstruir por la precaria situación económica.
Se enfocan en víveres
Los vientos desprendieron las plantaciones, las comunidades se quedaron sin cosecha, lo que representa un peligro alimenticio para la población que ancestralmente es agricultora y pescadora.
“Nosotros sabemos que todo lo que era la siembra y cosechar el huracán lo destruyó”, lamentó el pastor Lindolfo.
Las familias que poseen parcelas sembradas, las utilizan para consumo y venta, muchas de ellas perdieron absolutamente todo, por lo que ni teniendo el dinero para comprar es seguro los tres tiempos de alimentación en estas comunidades.
Otras familias que son pescadoras también se vieron afectadas porque los equipos de pesca artesanal se perdieron en la laguna, dejando un desabastecimiento en puntos de ventas.
El enfoque del siguiente envío es precisamente en productos alimenticios no perecederos o enlatados que ayuden a la población a garantizar al menos un tiempo de comida.
Al parecer el tema de los damnificados por el huracán Julia pasó al olvido y no se ha visto que recientemente se realicen entregas de ayuda a las familias afectadas que, definitivamente, no han podido regresar a la normalidad.
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