Nueve presos políticos que se encuentran en las diferentes cárceles de Nicaragua, fueron beneficiados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con medidas cautelares por considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia y porque su vida e integridad personal enfrenta un riesgo de daño irreparable.
La CIDH analizó y valoró las condiciones de los presos políticos y reconoció condiciones insalubres de detención, privación de sueño y falta de cuidados médicos adecuados, lo que resulta en riesgo de daños irreparables a los derechos de los detenidos
Defensores de los presos políticos denunciaron que estos no tienen acceso a cuidados médicos adecuados, lo que agrava enfermedades crónicas, sumado a que sufren tortura psicológica y privación constante del sueño. De igual forma, enfrentan violencia cometida por agentes penitenciaros y a nivel jurídico están vulnerables porque no les permiten una legítima defensa.
El organismo expresó que el régimen Ortega-Murillo no ha presentado una respuesta a la solicitud que realizaron para constatar la salud de los presos políticos y que más bien impidió la evaluación de cualquier medida mitigadora.
La CIDH solicita al Estado de Nicaragua adoptar las medidas necesarias para proteger los derechos de las personas presas políticas y beneficiarias de las medidas cautelares y dar un informe "oficial" sobre la situación actual.
También pide que las condiciones de detención de estas nueve personas sean compatibles con los estándares internacionales aplicables en la materia, entre ellas que no sean objeto de violencia, amenazas, intimidaciones y agresiones, así como el acceso a atención médica adecuada y especializada; alimentación y agua.
"Nuestros presos se están muriendo"
Esta semana, familiares de presos políticos emitieron un comunicado expresando que se encuentran "desesperados y preocupados", por lo que piden ayuda a la sociedad civil y comunidad internacional para que se unan a la demanda de libertad.
De acuerdo a sus familiares, los presos políticos se sienten en el olvida y en cada visita preguntan si hay campañas en pro de su liberación y cuando les indican que no hay mucho movimiento como en ocasiones anteriores, estos guardan un silencio incómodo.
“Hacemos un llamado urgente a las organizaciones internacionales y les pedimos que se unan a nuestro clamor, a nuestro grito desesperado de libertad para las personas presas políticas en Nicaragua. No nos dejen solos; la enfermedad y el régimen carcelario están consumiendo a nuestros seres queridos”, indican en el comunicado los familiares.
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