A través de un tuit, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hizo el llamado al Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo para que brinde información sobre Monseñor Rolando Álvarez.
La solicitud de la CIDH se dio tras los intensos rumores de una negociación tripartita entre El Vaticano, el Gobierno y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para una posible excarcelación del Obispo de la Diócesis de Matagalpa pero que al final fracasó.
En su breve tuit, el organismo defensor de DDHH y que desde 2018 ha estado al tanto de la crisis sociopolítica de Nicaragua instó a Ortega a informar sobre el paradero del religioso y sus condiciones de salud.
Recientemente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), otorgó medidas provisionales a Monseñor Rolando Álvarez y ordenó al Estado de Nicaragua liberarlo inmediatamente, además dio como plazo este próximo viernes 7 de julio para que rindiera un informe sobre la situación en que se encuentra.
La Corte IDH, amplió las medidas de cautelares a provisionales, porque consideró que el Obispo de Matagalpa se encuentra en una situación de gravedad que podría representar daños irreparables en su vida.
Además del organismo internación, el Parlamento Europeo y la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron resoluciones donde demandan al Gobierno Ortega-Murillo la liberación de Monseñor Rolando y todos los presos políticos que se encuentran detenidos arbitrariamente hasta la fecha.
¿Qué pasó con Monseñor Álvarez?
Desde el lunes en horas de la tarde fuertes rumores invadieron las redes sociales y medios de comunicación tanto nacionales como internacionales, donde fuentes diplomáticas y eclesiales aseguraron que existía la posibilidad de que el Obispo Rolando Álvarez fuera excarcelado.
También se rumoró que Monseñor fue sacado del Sistema Penitenciario La Modelo y entregado a la CEN, donde se estarían acordando las condiciones de su salida. Sin embargo, en horas de la tarde del miércoles 5 de julio se conoció que las negociaciones habían fracasado y que el Obispo fue regresado a su celda de máxima seguridad.
La comunidad internacional estuvo al pendiente de esta información e incluso portales católicos a los que el Cardenal Leopoldo Brenes señaló de provocar un "alboroto" por no confirmar la información.
En agosto, el Obispo cumplirá un año de detención arbitraria. En febrero fue condenado a 26 años de cárcel por negarse a abandonar el país junto a los 222 presos políticos.
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