Gabriel Boric, presidente de Chile, aprovechó su intervención durante la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para condenar las violaciones a los Derechos Humanos en países como Nicaragua y Venezuela.
"Me siento en el deber de decir que no son tolerables, no deberían ser tolerables en América Latina ni en ninguna parte del mundo, situaciones como las que ocurren en Nicaragua hoy en día o la terrible crisis que ha llevado al éxodo a millones de venezolanos", dijo Boric en la cumbre que finalizó este martes.
La crisis sociopolítica y de derechos humanos en Nicaragua no fue parte de la agenda de la Cumbre, según expertos esto se debió a que la Unión Europea quiere mejorar sus relaciones con los países de la CELAC, que se han acercado más a China en los últimos meses.
Por su parte, Peter Stano, portavoz de la UE ya había adelantado que la cumbre era para abordar otro tipo de temáticas y que no se focalizaba en asuntos bilaterales y problemas individuales de países.
Previo a la realización del encuentro entre ambas regiones, se desconocía si Nicaragua asistiría, sin embargo, la vocera del Gobierno, Rosario Murillo anunció que Daniel Ortega finalmente había dado el plácet al Embajador que la UE designó para Nicaragua, que estaba suspendida desde abril de este año.
De igual forma, la UE dio luz verde al Embajador de Nicaragua en Bruselas, suponiendo una normalización de las relaciones, que se encontraban deterioradas desde finales de septiembre de 2022, cuando Ortega expulsó al a embajadora Bettina Muscheidt y la declaró persona non grata.
En tanto, el Canciller Denis Moncada leyó un pronunciamiento de Nicaragua, en el que denunció las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Rusia, China, Irán, Cuba, Siria, Corea del Norte.
"...agravadas por las medidas unilaterales coercitivas e ilegales impuestas... medidas que han causado incremento en los precios del petróleo, fertilizantes, energía y alimentos, afectando los presupuestos gubernamentales... Exigimos que las medidas nocivas e injustas medidas unilaterales sean suspendidas y se les ponga fin a estas políticas denigrantes y violatorias", manifiesta la misiva.
Finalmente, el Gobierno de Ortega continúo su reclamo contra Estados Unidos por la indemnización económica que ordenó la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya del 27 de junio de 1986.
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