Este jueves, cientos de feligreses católicos acudieron a la Plaza San Pedro para dar el último adiós al papa Emérito Benedicto XVI, quien falleció el 31 de diciembre de 2022 a los 95 años de edad.
El funeral de Joseph Ratzinger fue un acontecimiento inédito en la historia reciente de la Iglesia Católica, ya que hacía más de 600 años que un papa vigente participaba en el entierro de su predecesor.
La ceremonia estuvo a cargo del Cardenal Giovanni Batista Ra y fue un acto sobrio, solemne, discreto tal y como lo habría querido Benedicto XVI, según medios católicos, los más de cien mil feligreses que estuvieron presentes guardaron absoluto respeto y silencio.
Francisco ha elogiado a su predecesor durante la homilía por su "sabiduría, delicadeza y entrega" y, al terminar la ceremonia, se ha acercado al féretro de ciprés, ha posado su mano sobre él y ha rezado una plegaria, una imagen que simboliza el cierre de una etapa de convivencia atípica de dos pontífices en el Vaticano.
El papa también ha visitado la cripta situada bajo la basílica de San Pedro donde se ha sepultado a Benedicto XVI en la que fue la tumba de su antecesor, Juan Pablo II.
Antes de ser sepultado en las grutas vaticanas, el ataúd fue introducido en otro féretro de plomo, y por último, una caja de madera contendrá los dos, siguiendo el mismo rito que con un papa en activo.
Junto a los restos mortales se introducirán algunas monedas acuñadas durante su pontificado, la mitra vaticana y el rogito, un documento escrito en latín sobre la vida del difunto, que se colocará dentro de un tubo de plomo.
Pese a que no fue un funeral de Estado, hubo presencia de personalidades como la Reina Sofia de España, los reyes de Bélgica, presidentes y primeros ministros como Giorgia Meloni, entre otros.
En tanto, en Nicaragua, el Cardenal Leopoldo Brenes orientó a los templos católicos repicar las campanas a las 12 del mediodía de este jueves y leer una nota de duelo como una manera de recordar al Benedicto XVI
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