Colaboración de Nestor Téllez - Niquinohomo
Cada juego de béisbol que se realiza los fines de semana en el estadio municipal de Niquinohomo, representa una preocupación para don Alfredo Norori de 83 años, porque la mayor parte de los batazos que salen de la zona van directo al techo de nicalit de su vivienda.
“Podes ver los grandes orificios del techo de la casa, ocasionado por las pelotas que salen de foul que vienen directo a dar al nicalit, tengo que comprar tapagoteras, para cubrir los orificios y protegerme de la lluvia", denuncia Romero.
En su juventud don Alfredo Norori trabajó por muchos años como telegrafista pero al final no logró completar sus cotizaciones al seguro social, por lo cual recibe cada mes una pensión reducida. El dinero que obtiene lo destina para cubrir los gastos del hogar y no le ajusta para renovar su techo.
“Escuché en la radio que en la Concha una señora tenía la misma problemática, pero las autoridades en coordinación con la federación de béisbol restauraron su techo, yo espero que en mi pueblo realicen una acción similar, porque no tengo los recursos, para realizar el mismo proyecto", confía el afectado.
Aduce que ya expuso esta situación a los dirigentes de la federación de béisbol pero hasta la fecha nadie atiende su demanda a pesar del evidente daño. Incluso se muestra preocupado por qué podría ocasionarle un accidente al caerle en su cabeza.
Esta problemática la sufre desde hace más de 20 años, por lo que demanda a las autoridades locales que eleven la malla en los perímetros del estadio.
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