Los altares a la Virgen María promovidos por el régimen de Daniel Ortega en la Avenida Bolivar de Managua son reflejo de la "hipocresía y el cinismo de quienes persiguen a la Iglesia" Católica, denunció el sacerdote exiliado Edwin Román.
"En los altares promovidos por la dictadura sandinista ahí no está Dios, ni La Purísima. Ahí solo está el reflejo de la hipocresía y del cinismo de quienes persiguen a la Iglesia en Nicaragua y mantienen encarcelado a un Obispo, Monseñor Rolando Álvarez, 52 sacerdotes desterrados, congregaciones de religiosas y religiosos expulsados, y laicos comprometidos con su Iglesia encarcelados. Esas imágenes de la Inmaculada Concepción de María en dichos altares, dudo que estén bendecidas", escribió en su cuenta de X.
En otro tweet expuso que la gorra o "brindis" que reparte el régimen en "celebración" de La Purisima es "producto de la estafa a los trabajadores del Estado, a quienes le exigen su contribución de un salario ya injusto".
El sacerdote finalmente exhortó al pueblo católico nicaragüense a rezar en sus casas o parroquias. "Vayan a sus templos, canten con alegría a La Purísima en los altares tradicionales de sus amistades y vecinos", orientó el religioso.
Por orientación de la vocera y vicepresidenta del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, todas las instituciones del Estado colocaron desde finales del mes de noviembre altares en honor a la Inmaculada Concepción de María. Esto ocurre durante una escalada represiva contra la fe católica que ha limitado la libertad de culto en Nicaragua.
"Es una fiesta de solidaridad, compartir con cariño, con amor, y sobre todo compartir en nombre de María Reina de la Paz, Madre de la Paz, en nuestra Nicaragua, compartir, y eso es la esencia de la solidaridad de la fraternidad humana, de la solidaridad de entre todos vivir una fiesta tan bonita y sobre todo de saber convivir, compartir esencia de solidaridad y armonía, de vida cristiana", dijo Murillo en una de sus alocuciones meriadinas en medios oficialistas.
Comments